Renovación acentuará plusvalía del estadio Azteca
El valor de marca del estadio Azteca alcanza altas cotizaciones gracias a dos capítulos de su historia: el Brasil de Edson Arantes do Nascimento (Pelé) en 1970 y la Argentina de Diego Armando Maradona en 1986. Debido a la participación de estos íconos mundiales del futbol sobre el césped de Santa Úrsula, su plusvalía sigue siendo de las más altas en el mercado internacional a pesar de no contar con la infraestructura de otros recintos con mayor tecnología.
El estadio Azteca sumará un tercer capítulo a su valor de mercado durante el verano de 2026, cuando se convierta en el primer estadio del planeta en recibir tres ediciones de una Copa del Mundo de la FIFA en su categoría principal (varonil mayor). Para ser sede de dicho evento, se estima que cuente con una inversión de 150 millones de dólares para habilitar zonas como un centro comercial y un estacionamiento de mayores dimensiones.
Entre los beneficios que traerá el Mundial 2026 al inmueble se encuentran el dar vigencia y juventud a la marca, explica a El Economista, Armando Escamilla, especialista en marketing y patrocinios deportivos y socio director de la consultora Patroria.
“Le va a dar otros 50 años de vida porque actualmente, en esta tendencia del turismo deportivo en donde ya los viajes locales e internacionales se dan mucho en función de qué estadio puedes visitar y qué espectáculo podrás ver, el Azteca tiene arrastre para atraer a aficionados de Sudamérica y de Europa, por la historia de Pelé y Maradona o el haber tenido la sede del partido del siglo (Alemania vs Italia en 1970, con Franz Beckenbauer). El nuevo Mundial (2026) viene a revalorizar la marca y a darle una inyección de juventud”.
Pero no solo el futbol se ha encargado de revestir la historia del estadio Azteca. En sus 56 años de vida, el recinto ha recibido afluencias de más de 100,000 personas en eventos como la pelea de boxeo entre Julio César Chávez y Greg Haugen, la visita del papa Juan Pablo II, así como conciertos de U2, Elton John y Michael Jackson.
Aunque el inmueble redujo su capacidad de más de 100,000 a 81,000 tras las remodelaciones de los últimos tres años, sigue siendo el de mayor aforo en México y también es uno de los más potentes dentro de los 16 escenarios elegidos para el Mundial 2026, solo a la altura de los 82,500 que puede recibir el MetLife de Nueva York y los 80,000 del AT&T en Dallas.
Esa capacidad mantiene al estadio Azteca en la pelea por recibir la final del Mundial 2026, aunque Yon De Luisa, presidente de la Federación Mexicana de Futbol (FMF), estima que el encuentro por el título se celebre en Estados Unidos: “En términos de la final del Mundial 2026, me parece que sería en EU. Es mi sentir, así se ha platicado durante todos estos años de preparación, pero Gianni Infantino como presidente de FIFA se guarda el derecho de tomar decisiones al final, aunque en nuestra contabilidad estaríamos pensando en albergar partidos nada más de fase de grupos y octavos de final”.
Donde el estadio Azteca sí se mantiene distante es en el rubro de las adecuaciones tecnológicas y de comodidad, menciona el especialista en Sports Marketing; esta situación, a su vez, mantiene lejos a posibles patrocinadores individuales para el inmueble.
“Hemos escuchado de su renovación: de un centro comercial, hotel, estacionamiento, si todo esto se logra cristalizar volverá a poner al estadio Azteca como una marca vigente durante mucho tiempo más y sobre todo atractiva para tener patrocinios individuales, los que hoy no tiene. El estadio, como spot, no tiene ningún patrocinador como sí lo tiene la Arena Ciudad de México, por ejemplo, con 11 patrocinadores”.
De acuerdo con declaraciones de Yon De Luisa, el Azteca recibirá una inversión de 150 millones de dólares para ser remodelado entre 2023 y 2025, contemplando abrir los 13 palcos VIP que hoy tiene el recinto para habilitar cerca de 5,000 asientos generales más.
También se contempla el proyecto ‘Conjunto Estadio Azteca’, que contaría con 323,223 metros cuadrados sobre los cuales se edificarían un hotel y un estacionamiento de mejor calidad que el actual, ambos de siete niveles, así como una plaza comercial de cuatro pisos con zonas recreativas, áreas verdes y diferentes opciones de restaurantes. Según recalca la revista especializada, Inmobiliare, la inversión sería de capital privado y el sector público solo se agregaría en asuntos de obras viales.
“Falta mejorar toda la infraestructura, tener una buena señal de internet, ver lo que detiene los cobros con tarjeta, digitalización, nuevas aplicaciones (...) El Mundial 2026 se convierte en el pretexto perfecto para invertir estos 150 millones de dólares que habla Yon De Luisa, porque sin lugar a dudas hace falta el tema de una capacidad de estacionamiento suficiente y sobre todo abrirse ya a un tema mucho más comercial, hablando como un recinto que pueda ser un negocio 24/7, esperando que sea un recinto que pueda utilizarse durante toda la semana con diferentes tipos de espectáculos y no solamente cada ocho días con el futbol”, opina Armando Escamilla.
A pesar de estas carencias de infraestructura, el estadio Azteca no necesita de un naming right para mantener o elevar su valor de marca, explica el especialista, ya que su legado histórico bajo un nombre que supera medio siglo de existencia han sido una combinación ideal en términos de exposición.
“Recintos como el BBVA o Akron están buscando hacer a estos estadios sustentables y poder cubrir los años que llevó la inversión de construcción. Esa es la diferencia con el Azteca, pero creo que esta sede que le acaban de otorgar sobre el Mundial 2026 lo hace avanzar 30 años de un día para otro porque tendrá que empezar ya a pensar en la remodelación y seguramente veremos la entrada de muchos patrocinadores, porque sin lugar a dudas es un venue muy atractivo para todo mundo”.
La expectativa es que el estadio Azteca reciba cuatro de los 10 partidos que le corresponden a México durante el Mundial 2026, mientras que tres más serán para el Akron (Guadalajara) y otros tres para el BBVA (Monterrey). La derrama económica estimada por Yon De Luisa es de al menos 70 millones de dólares para cada una de las ciudades, contemplando hotelería, restaurantes y presencia en los partidos.
¿Cuál será la diferencia del beneficio económico para México en el Mundial 2026 en comparación de 1970 y 1986?
“La gran diferencia es que ahora va a ser un Mundial que durará mucho más. A pesar de no tener todos los partidos como en aquellas ocasiones, habrá experiencias que podrá vivir el asistente y otras más para todos los aficionados al futbol dentro del país. Esto es algo que México ha dominado muy bien, ha generado experiencias memorables, entonces, hoy la diferencia es que viviremos un Mundial mucho más cercano y largo, no solamente en los días de los 10 partidos que le tocan a México, sino en todas estas experiencias en torno a los más de 60 que se van a disputar”, respondió Escamilla.