La historia familiar que convirtió el “23” en el número emblemático de Michael Jordan
Imposible no relacionar el 23 con Michael Jordan, así como en el fútbol uno vincula el 10 con Diego Armando Maradona o Lionel Messi y el 7 con Cristiano Ronaldo.
El motivo que llevó a la leyenda del básquet a quedarse con esa cifra se remonta a su etapa en la Universidad, en el Instituto Emsley A. Laney. Allí, también jugaba su hermano Larry y ambos tenían favoritismo por el número 45. Como su hermano empezó a jugar en el equipo antes que Michael (le lleva un año), el exChicago Bulls se vio obligado a elegir otro dorsal. Y así, terminó escogiendo el 23, lo más cercano a la mitad de su cifra preferida.
A partir de ahí nació la estrecha relación entre el 23 y Jordan. Lo utilizó en la Universidad de North Carolina y decidió mantenerlo en la NBA. Hubo excepciones como en los Juegos Olímpicos, donde vistió el 9, aquella noche en la que robaron su ropa y se vio forzado a salir a la cancha con la 12 y en el retorno de su primer retiro en 1995. El exescolta probó comenzar de nuevo y por eso se cambió al 45. Sin embargo, esa decisión apenas duró 22 partidos.
Tal fue el impacto que generó con ese número que Chicago Bulls lo retiró en 2003 cuando definitivamente abandonó la actividad. No fue en la única franquicia que lo quitó, se sumaron Washington Wizard donde jugó entre 2001 y 2003 y Miami Heat, pese a que no haya jugado allí.