Cinco empresas españolas mueven más de 2.000 millones solo en apuestas deportivas
El mundo de las apuestas genera un volumen de negocio en España de unos 8.000 millones de euros, la modalidad de mayor tamaño en el sector del juego. El 98% de esa cantidad corresponde a apuestas deportivas, convertidas en la gran fuente de negocio de los operadores: desde 2014, este segmento ha doblado su tamaño con las plataformas online, que generan más del 75% de las cantidades jugadas, según datos de la Dirección General de Ordenación del Juego.
Un filón que los principales operadores nacionales han sabido aprovechar. En 2018, las cinco principales compañías españolas de juego especializadas en apuestas deportivas, tanto presenciales como online, superaron por primera vez los 2.000 millones de euros en ingresos conjuntos en esta modalidad. En concreto, 2.137 millones de euros jugados por los usuarios, un 35% más que en el año anterior, como consta en las cuentas anuales del último ejercicio de Sportium, del grupo Cirsa; Codere Online, la sociedad especializada en apuestas deportivas de Codere; Luckia Apuestas, y las vascas Kirolbet y Retabet.
La facturación total de estas empresas superaron los 2.300 millones, pero se han descontado los ingresos no generados por apuestas. En los casos de Codere Online y Retabet, estas no segmentan su cifra de negocios en sus cuentas anuales, aunque su modelo de negocio está enfocado básicamente a las apuestas deportivas.
Por sus cifras de negocio, estas firmas se han convertido en gigantes empresariales, algunas de ellas con presencia internacional. Sportium, desde mayo propiedad al 100% de Cirsa tras hacerse con el 50% que mantenía Ladbrokes, es la líder en este campo, con 626 millones de facturación, un 14% más. Le sigue la filial de Codere, con un salto del 168%, hasta los 518 millones; la vizcaína Retabet, con unos ingresos totales de 424 millones; Luckia, que generó una facturación de 564 millones, de los que 336 fueron generadas por apuestas; y la guipuzcoana Kirolbet, con 232 millones procedentes de esta modalidad de juego.
Sin embargo, estos ingresos tan elevados no se traducen en grandes rentabilidades. La explicación está en la propia base del negocio de las apuestas: los premios, la fórmula para atraer a los jugadores. Estos suponen de media en las cinco empresas analizadas el 87% de sus ingresos, y son registrados como aprovisionamientos dentro de sus cuentas de resultados.
De restar estos a las cifras de negocios se obtiene uno de los indicadores clave del sector, lo que se conoce como Gross Gaming Revenue, o dicho en castellano, el margen de juego.
Fuente del articulo:
https://cincodias.elpais.com/cincodias/2019/09/04/companias/1567622757_301598.html