3 maneras de empoderar a las mujeres en el deporte.
¿Cómo pueden los deportes femeninos convertirse en la corriente principal?.
Si bien nunca ha sido un mejor momento para ser una atleta femenina, y la participación en el deporte de mujeres de todas las edades va en aumento, la única área clave en la que nos falta seriamente es la inversión corporativa. La estimación más reciente de la inversión corporativa global es del 0,4% para los deportes femeninos, y la mayor parte del resto de esa cifra corresponde a los hombres.
Esto debe cambiar, y para lograrlo, nosotros, el gobierno, los medios de comunicación, la gente de negocios y usted, querido lector, debemos estar tirando en la dirección correcta. Tenemos que educar a los posibles inversores y contar mejor la historia de los beneficios del deporte femenino. Aquí está mi opinión sobre cómo.
1. Necesitamos identificar y capacitar a las atletas femeninas, por las razones correctas.
La campaña #WhatIf de Women in Football, que se lanzó el mes pasado, es un gran comienzo cuando se trata de potenciar los deportes femeninos por las razones correctas. En pocas palabras, empresas como Betfair, Sky Sports y Barclays se han comprometido a invertir para mejorar el perfil de las mujeres que trabajan en la industria del fútbol.
#WhatIf también resalta cómo necesitamos iniciativas como esta en toda la gama de deportes femeninos, y por razones que van más allá del mero tokenismo. Estas empresas han invertido en la iniciativa Mujeres en el fútbol basada en logros y desempeño individuales, no solo en su género.
Debemos comenzar a defender a más deportistas de una gran cantidad de deportes diferentes porque son excelentes en su juego, como el kickboxer Ruqsana Bequm y futbolistas como Sydney Leroux. Las estrellas del deporte femenino pueden generar una base de seguidores leales y ávidas, por lo que si podemos aumentar su exposición, podemos crear una opción atractiva para que las empresas gasten dinero de patrocinio con ellas basándose tanto en la calidad de su rendimiento como en su capacidad para generar fanáticos comprometidos, más allá de un gesto simbólico.
2. Tenemos que mirar más allá del alcance para atraer más inversión corporativa
El patrocinio juega un papel importante en la financiación de la participación popular en los deportes, y sin él, la mayoría de los deportes tendrían dificultades.
Esa estadística del 0,4% es impactante por decir lo menos, y destaca la disparidad entre el creciente interés que rodea a las deportistas y la falta de inversión para defenderlas.
El tema clave es que las empresas deben miran los deportes de hombres y mujeres de la misma manera. Se trata de cuántos globos oculares (en estadios y televisores) pueden alcanzar con su dinero de patrocinio. Esto es falso: si bien la popularidad de los deportes femeninos va en aumento, nunca va a coincidir con la misma cantidad de espectadores que sus homólogos masculinos.
Esta podría ser una píldora amarga de tragar, pero no debería importar que los deportes femeninos atraigan a menos espectadores. El punto es que respaldar los deportes femeninos va más allá de la cantidad de personas que ven su logotipo en la televisión; es mucho más acerca de quién está viendo y participando en el juego y cómo se sienten con respecto al respaldo que un negocio en particular le da a ese deporte. Marcas como SSE, Vitality y Kia, que ya están comprometidas con los juegos de mujeres, han hablado sobre cómo se ven de manera positiva desde el público en los juegos, lo que se ha convertido en un aumento del amor y la afinidad de la marca.
3. Necesitamos vender el deporte femenino en base al compromiso y la participación.
Una de las principales razones de la gran cantidad de interés en torno a los deportes femeninos reside en el hecho de que se les considera más inclusivos. Es un placer ver el fútbol masculino y los juegos de rugby. Pero los fanáticos pueden ser demasiado ruidosos y / o groseros para las familias, que no aprecian que sus hijos aprendan un léxico de malas palabras para decirle al árbitro que tomó una mala decisión.
En parte es por eso que vemos que más familias asisten a eventos deportivos femeninos. Se están convirtiendo lentamente en el hogar natural para las audiencias familiares, e incluso pueden tener éxito en incorporar a personas que naturalmente no verían el deporte.
Pero no solo estos juegos atraen a una audiencia diferente, y por lo tanto, diferentes marcas que los respaldan, las atletas también han demostrado atraer a los fanáticos de diferentes maneras. Se les considera más agradables y atractivos; por ejemplo, durante los Juegos Olímpicos de Invierno de este año, un estudio encontró que las deportistas del Equipo de EE. UU. manejaban más compromisos de redes sociales por atleta que los deportistas.
Entonces, aunque nunca ha sido un mejor momento para ser una atleta femenina, el futuro comercial puede ser mucho más brillante. El deporte femenino merece estar en el mainstream. Pero solo a través de la inversión continua, que podemos lograr si comercializamos los deportes femeninos de la manera correcta, al centrarnos en los tres puntos anteriores, seguiremos aumentando el juego femenino y seguiremos subiendo el listón.
